DOMINGO XVIII ORD A 2 DE AGOSTO DE 2020
DOMINGO XVI ORD A 19 DE JULIO DE 2020
Domingo XVIII 2 de agosto 2020
Señor,
Sigue habiendo mucha gente que confía en ti
y espera en ti, que te sigue escuchando
en las laderas del monte, porque tu palabra
les llega al corazón, les calma,
les da la ilusión perdida, la esperanza .
Siguen hambrientos y sedientos de tu Palabra y de
tus signos
porque la vida no les es fácil,
hay mucha hambre, mucho dolor escondido,
mucho trauma camuflado,
mucha enfermedad que nos hiere
mucha muerte que espera resurrección.
Por eso una vez más esperamos tu pan,
tu palabra, tu presencia, tu compañía.
Sabemos que te sigues compadeciendo de nosotros
que sigues mirándonos con una ternura especial.
Y que no nos vas a dejar con las manos vacías
ni con el
estómago hambriento.
Hoy sigues multiplicando tu amor y tu cariño,
que son los mejores panes que podemos recibir.
Y sigues contando con nosotros,
nos haces participes de tus milagros, por eso nos
pides,
¿Qué tienes?
Dámelo.
Juntos lo multiplicaremos.
Juntos haremos el milagro.
DOMINGO XVI ORD A 19 DE JULIO DE 2020
Señor, siempre esperas.
Siempre esperas lo mejor de cada uno de
nosotros.
En nuestro campo,
en nuestra vida,
hay muchas cosas buenas,
buena semilla, buenos frutos
pero también ha crecido la cizaña.
Así somos.
Cal y arena.
Trigo y cizaña.
Gracia y pecado.
Buenos una veces y otras no tanto.
Sin embargo tú quieres de nosotros lo
mejor,
Por eso esperas, nos das tiempo,
porque somos lentos y tardos en entender,
y
nuestra voluntad es débil.
Queremos lo mejor y no lo hacemos,
luchamos pero no vencemos.
Sin embargo Tú esperas.
Esperas a que recapacitemos,
a que consideremos
a que nos demos cuenta de las cosas
y
volvamos al buen camino.
Tienes paciencia con nosotros,
nos ofreces una y otra oportunidad,
porque confías en tu gracia y confías en
nosotros.
Señor, que sepamos en nuestra vida
eliminar la cizaña,
y así daremos fruto abundante.
DOMINGO XV ORD A 12 DE JULIO DE 2020
ORACIÓN
Dar
fruto.
Es
nuestra misión.
La
vida se nos ha dado, se nos ha regalado,
para
vivirla a tope, para agradecerla,
para
“estrujarla”,
pero
sobre todo para entregarla,
para
hacerla fecunda.
Tú
eres el sembrador.
Tú
eres la buena semilla.
Tú
siembras y riegas
das
sol y calor,
lluvia
y rocío.
Y
nosotros somos esa tierra.
Sin
ella no hay fruto.
Señor
por eso te pedimos
que
quites de nosotros la tierra dura,
nuestras
intransigencias,
nuestra
intolerancias,
nuestra
falta de acogida y perdón.
Te
pedimos que quites de nosotros las
piedras,
las
grandes y las pequeñas,
nuestra
falta de empatía, nuestra crítica,
nuestra
dureza de corazón,
nuestra
flojera, nuestra falta de ilusión.
Te
pedimos que quites los abrojos y
espinos,
nuestra
indiferencia e individualismo,
nuestra
murmuración y comidillas,
nuestros
sentirnos mejores que los demás,
nuestro
orgullo y prepotencia.
Y
haznos Señor tierra sencilla y buena
para
recibirte y darte después.
que
entendamos que hemos nacido para
dar
y compartir.
que
sólo acogiéndote a ti
podemos
dar frutos
que
beneficien a los demás,
y
a nosotros mismos.
DOMINGO XIV ORDINARIO A
VENID A MÍ LOS CANSADOS
Señor, nos cansa a veces la vida,
se acumulan los problemas,
las dificultades llaman a nuestra puerta,
y cuando parece que tenemos un poco de paz,
una situación, un problema, una enfermedad
llama a nuestra puerta.
Buscamos y nos encontramos,
trabajos y nos cansamos pero no somos felices,
Es a veces la vida una carrera cuesta arriba,
donde muchos se quedan en el camino,
nos falta el aire o nos faltan “piernas”.
Por eso venimos a ti Señor,
convencidos que sólo en ti descubriremos
ese alivio que buscamos, esa paz que nos falta,
ese descanso que nos descanse.
En ti ponemos nuestra salud y enfermedad,
nuestro cansancio y descanso,
nuestras alegrías
y penas,
nuestra familia y amigos,
nuestro trabajo y nuestro paro,
nuestros encuentros y desencuentros,
con la esperanza que en ti tendrán acogida.
Y tu nos darás esa paz, que nace de tenerte cerca,
y nos invitas a no quedarnos en nosotros mismos,
a salir de nuestra comodidad.
Y mientras esperamos alivio, ser alivio,
mientras esperamos
paz, ser paz,
mientras esperamos comprensión, ser comprensivos.
Señor, sé tú nuestro descanso
DOMINGO XII ORDINARIO A
ORACIÓN
Muchas veces nuestro corazón se angustia
no dominamos las cosas,
las circunstancias nos superan,
los imprevistos llaman a nuestra puerta
a enfermedad se hace compañera de camino,
y perdemos la paz y muchas veces la ilusión.
Miremos por donde miremos
todo nos parece oscuridad,
como un túnel sin salida,
la puerta se cierra y la ventana no se abre,
los años nos pesan
y los contratiempos dificultan nuestro camino.
Pero escuchamos: “¡No tengáis miedo!”.
Mirad los pajarillos
mirad vuestro cabello
nada se cae sin “permiso” de mi Padre,
¡Cuánto más vosotros que sois hijos!
Y entonces miramos un poco hacia arriba
acogemos su Palabra
sentimos su promesa y su compañía,
y poco a poco nuestra alma se
serena
y lo que antes nos parecía sólo negro,
ahora tiene matices.
Donde todo estaba cerrado, una luz se percibe,
Donde no había salida, encontramos una
Donde sólo había tristeza, nace la alegría.
Y vamos recobrando un poco la paz,
nuestro corazón se sosiega,
nuestra mente puede volver a rezar
y en los más profundo escuchamos:
¡Estoy contigo!
Puede ser que las cosas no sucedan
como uno quiere,
que las dificultades no se vayan del todo,
que los problemas sean compañeros de camino.
Pero la voz interior
cada vez es más fuerte:
¡Confía! ¡Estoy contigo!
Y descanso en tu Palabra, Señor.
ELEVACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD
de Sor Isabel de la Trinidad
¡Oh, Dios mío, Trinidad a quien adoro! Ayúdame a olvidarme enteramente de mí para establecerme en Ti, inmóvil y tranquila, como si mi alma estuviera ya en la eternidad. Que nada pueda turbar mi paz, ni hacerme salir de Ti, ¡oh mi Inmutable!, sino que cada minuto me sumerja más en la hondura de tu Misterio.
Inunda mi alma de paz; haz de ella tu cielo, la morada de tu amor y el lugar de tu reposo. Que nunca te deje allí solo, sino que te acompañe con todo mi ser, toda despierta en fe, toda adorante, entregada por entero a tu acción creadora.
¡Oh, mi Cristo amado, crucificado por amor, quisiera ser una esposa para tu Corazón; quisiera cubrirte de gloria amarte… hasta morir de amor! Pero siento mi impotencia y te pido «ser revestida de Ti mismo»; identificar mi alma con todos los movimientos de la tuya, sumergirme en Ti, ser invadida por Ti, ser sustituida por Ti, a fin de que mi vida no sea sino un destello de tu Vida. Ven a mí como Adorador, como Reparador y como Salvador.
¡Oh, Verbo eterno, Palabra de mi Dios!, quiero pasar mi vida escuchándote, quiero hacerme dócil a tus enseñanzas, para aprenderlo todo de Ti. Y luego, a través de todas las noches, de todos los vacíos, de todas las impotencias, quiero fijar siempre la mirada en Ti y morar en tu inmensa luz. ¡Oh, Astro mío querido!, fascíname para que no pueda ya salir de tu esplendor.
¡Oh, Fuego abrasador, Espíritu de Amor, «desciende sobre mí» para que en mi alma se realice como una encarnación del Verbo. Que yo sea para El una humanidad suplementaria en la que renueve todo su Misterio.
Y Tú, ¡oh Padre Eterno!, inclínate sobre esta pequeña criatura tuya, «cúbrela con tu sombra», no veas en ella sino a tu Hijo Predilecto en quien has puesto todas tus complacencias.
¡Oh, mis Tres, mi Todo, mi Bienaventuranza, Soledad infinita, Inmensidad donde me pierdo!, yo me entrego a Ti como una presa. Sumergíos en mí para que yo me sumerja en Vos, mientras espero ir a contemplar en vuestra luz el abismo de vuestras grandezas.
Sor Isabel de la Trinidad
SECUENCIA DE PENTECOSTÉS
Ven Espíritu Divino,
manda tu luz desde el cielo,
Padre amoroso del pobre;
don en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
manda tu luz desde el cielo,
Padre amoroso del pobre;
don en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre
si Tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado
cuando no envías tu aliento.
divina luz y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre
si Tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus Siete Dones
según la fe de tus siervos.
Por tu bondad y tu gracia
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.
según la fe de tus siervos.
Por tu bondad y tu gracia
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.
LA ASCENSIÓN
TE VAS…
PERO TE QUEDAS
Te vas a Padre de
donde viniste,
has terminado aquí tu
camino,
has repartido cariño
y amor,
acogida y perdón.
Has sembrado la
semilla del Reino,
nos has dado a
conocer al Padre,
el amigo siempre
cercano.
Nos has recordado
cuanto nos ama
y cuanto nos perdona.
Has hecho más fácil
nuestra vida
nos has dado ánimo y
sentido,
cariño y protección.
Pero ahora te vas
nos dejas,
aunque nos dices
que es sólo un hasta luego.
Esa certeza no impide
que nuestro corazón
se encoja,
y que un sudor frío
recorra nuestra frente.
Quisiéramos tenerte
siempre con nosotros,
pero sabemos que te
tienes que ir.
nuestra espera se
hace dura,
porque nada va a ser
igual si tú no estás.
Por eso fortalece
nuestra fe
aviva nuestra
esperanza
llénanos de tu fuerza,
para que mientras
vuelves
sepamos ser tus
fieles testigos,
que anunciemos tu
Evangelio
que salgamos a
recorrer caminos,
manteniendo vivo tu
recuerdo.
Señor, nosotros te
esperamos.
6º. PASCUA
CAMINAMOS JUNTOS
Señor ,
el camino se hace largo,
cuando se camina solo.
La pena es más grande,
cuando no se comparte.
Más dolorosa es la enfermedad,
cuando se pasa en soledad.
La fiesta es menos fiesta,
cuando tú no estás en
ella.
El regreso es más triste,
cuando nadie te recibe.
La muerte es más muerte,
Sin alguien que te abrace.
Pero Señor, sabemos que:
no caminamos nunca solos,
Tú caminas con nosotros.
No pasamos solos la penas,
nos acompañas en ellas.
La enfermedad se hace llevadera
contigo en la cabecera.
La fiesta es abundante,
porque tú te has invitado a ella.
Nuestro regreso es alegre
porque a nuestro encuentro tu corres
Y nunca morimos solos,
aunque solos parezca que estamos.
Hay ALGUIEN que tiende su mano
nos estrecha en su
regazo,
y con voz dulce nos dice:
“hijo querido, hijo del alma
caminemos a la Vida
el Padre ya nos espera”.
TRIDUO PASCUAL
PASCUA
VIERNES SANTO
JUEVES SANTO
SEMANA SANTA EN FAMILIA
ORACIÓN DEL PAPA A LA VIRGEN
5º. DOMINGO DE PASCUA
¿Qué va a ser de nosotros?
Ha llegado el momento de la verdad
donde las palabras no mienten,
Donde los gestos, aparecen.
Donde la tristeza, angustia.
Donde las lágrimas afloran.
¿Te vas maestro?
Y ¿nosotros?
¿Qué va a ser de nosotros?
¿Quién nos va a acompañar,
quién nos va a corregir,
quién nos va a animar?
Maestro, sin ti, no podemos nada
Tened calma
Es verdad, me voy.
Pero nada es definitivo sino Dios,
nada es para siempre sino la Vida.
Por eso tened paciencia.
Os esperan momentos difíciles,
habrá luchas y persecuciones,
incluso muertes.
Todo eso vendrá.
Pero más seguro es, que yo
volveré y os llevaré conmigo.
Para que juntos estemos y para siempre.
Yo tampoco soy mucho sin vosotros,
Sin todos vosotros,
sois mis hijos y así os quiero
Y os quiero junto a mí.
Por so volveré.
Mientras tato, os
queda mi presencia
mi ayuda, mi
recuerdo.
Os queda mi
evangelio.
Ahora es tiempo de
sembrar,
de hacerlo con fe y
confianza.
Pronto llegará el
tiempo de la cosecha,
el tiempo de la vida,
del gozo.
El tiempo del para
siempre.
4º DOMINGO DE PASCUA
BUEN PASTOR
Has entrado en mi vida
y has entrado por la puerta.
Has venido de frente,
me has pedido permiso para entrar.
Llevamos tiempo caminando juntos
y tu cada día que amanece vienes a mi vida,
me saludas, me seduces,
Y me siento amado por ti,
en tantas circunstancias, momentos
y personas, que son tus manos,
tu boca, tu
mirada.
Me siento amado por la vida que me regalas,
los hermanos con los que vivo,
las personas buenas que me guían,
y hacen que mi vida sea más fácil.
Cada día me marcas el camino,
caminas delante de mi
si me pides amar,
si me pides servir,
si me pides perdonas,
si me pides ser buena gente,
es porque tú amas sin medida,
sirves hasta dar la vida,
perdonas sin límites
y eres bueno
conmigo y con todos.
Cada día Señor me alimentas.
con el ejemplo bueno
de tantas personas buenas.
Con esas noticias que sacuden mi conciencia
con esos desastres que juntos hacemos
que mueven mi interior.
Y sobre todo con
ese Evangelio que cada día escucho.
y ese ALIMENTO,
tan especial que es tu Cuerpo y Sangre.
Ahora sólo te pido, Señor
Que mi vida sea dócil
Y que te siga de
verdad.
PASCUA
VÍA CRUCIS-CAMINO DE LA CRUZ
3º DOMINGO DE PASCUA
DE EMAÚS A
JERUSALÉN
Tú que
sabes de soledad y de muerte
de
abandono y de olvido
te
acercas a mí, caminante,
que con
dolor desando el camino
maltratado
por la vida
buscando
en Emaús abrigo.
Te
acercas y caminas
a mi lado, en silencio
acompasando
tus pasos
a los
míos polvorientos.
¿ Por qué hoy amigo
caminas
tan triste?
Sorprendido,
le respondo:
¿Eres el único que no sabes,
lo que en Jerusalén ha ocurrido?
¿Quién ignora lo que en estos días vivimos?
Por eso camino triste
envuelto en manto de luto,
ya no hay esperanzas,
pues con la muerte del Maestro,
murió su
nuevo proyecto,
que era también el nuestro.
Después
de escucharme
largamente,
en silencio,
sin
reproche y con cariño
con
seguridad me dice:
:
Amigo, todo estaba previsto,
que Dios siempre cumple
hasta el último punto.
Que nos lleva de la mano,
nos protege en el camino,
que la vida es más vida
y la muerte, ya es vencida-
Ya
atardece, el día declina
la
jornada ha sido larga
una
mesa nos espera,
con el
pan y la bebida.
¿Podemos
cenar juntos?
Yo le
digo y él contesta,
Yo
propongo y él acepta.
Me
siento reconfortado,
la paz inunda mi alma,
y
levantas la mirada,
partes
en dos la hogaza,
y
desde dentro me sale,
¡Eres
tú, mi Maestro!
Pero
ya no hay respuesta
porque
no la necesito,
no te
veo mas te siento
y dejo cena y posada,
me
vuelvo loco de contento
recorro
veloz el camino
a
Jerusalén me vuelvo.
Y allí,
os veo reunidos
“Hermanos
,
yo le
he visto.
Ha
salido a mi encuentro,
por
eso con alegría os digo
¡Está
vivo, mi Maestro!”
2º. DOMINGO DE PASCUA
ME
CUESTA VERTE, SEÑOR.
Me
cuesta verte, descubrirte.
Muchos
nos dicen que se han encontrado contigo,
pero
a mí me cuesta sentirte.
Soy
un poco como Tomás,
necesito
tocarte para creer.
Y
hoy te acercas a mí
como
te acercaste a Tomás,
y me
miras y me hablas
y
sin reproche me dices:
“Mira, aquí estoy, ¡Soy yo!
Te comprendo en tus dudas,
no me sorprenden tus
vacilaciones,
no tengo en cuenta tus olvidos.
Estoy junto a ti, contigo:
cada mañana que amanece, es
mi saludo,
cada día que atardece, es mi
caricia.
En cada hermano con el que te
encuentras,
a mí me encuentras,
en cada hombre que ayudas,
a mí me ayudas.
En cada oración que rezas,
te escucho y contesto.
Te ofrezco mis manos cada día
en los pequeños detalles recibes.
Te ofrezco mis pies,
en cada persona que te ama.
Te ofrezco mi costado,
Cuando te sientes acogido y
perdonado.
No importa que dudes,
porque sólo duda el que quiere
creer.
Lo que importa es que quieras
verme,
que quieras descubrirme
Porque más pronto que tarde,
te encontrarás conmigo.
Basta que me busques
y al encontrarme
me digas:
“¡Señor
mío y Dios mío!”
SEMANA SANTA
2.020
PASCUA DE RESURRECCIÓN
Gracias Señor
Hoy lo hemos entendido todo, Señor.
hemos entendido tantas palabras tuyas,
tantos gestos y detalles,
tantas promesas que nos parecían imposibles.
Hoy lo hemos entendido,
porque hasta hoy
caminábamos entre la fe y la tibieza,
entre la verdad y la duda,
entre el sí y el no,
entre la entrega y la reserva,
entre darte todo o marcharnos desesperanzados,
entre Emaús y Jerusalén.
Hoy has devuelto
la luz a nuestros ojos,
las palabras a nuestra boca,
la sonrisa a nuestros labios
la valentía a nuestra debilidad,
la vida a nuestras muertes.
Hoy sabemos que nuestra historia,
nuestra vida
llena de tropiezos y aciertos,
de lágrimas y alegrías,
de egoísmo y generosidad,
de dudas y certezas,
tendrá siempre un final feliz.
Hoy sabemos que nada, nada,
sino solo Tú eres definitivo.
Tu Vida es nuestra vida,
tu Resurrección, nuestra resurrección.
Hoy sabemos que nuestra historia va terminar bien
que el partido lo vamos a ganar,
que lo hemos ganado ya.
Por eso, Señor, mil gracias.
Mil gracias, Señor
Cruz, dolor, muerte, silencio, esperanza.
Señor, en la cruz,
el trono del amor y del servicio,
el lugar de la entrega y de la misericordia
el lugar de la verdad.
Ha llegado la hora, tu hora,
la hora de mostrarnos tu amor,
de recordarnos que sólo el que se da
y entrega su vida, ama de verdad.
De recordarnos que la cruz siempre
es dolorosa y redentora,
pero siempre es temporal.
De recordarnos que desde la cruz,
todo se divisa mejor,
desde allí se perciben mejor todos los detalles,
la verdad de cada uno.
Desde la cruz, estamos expuestos a tu mirada.
Y desde allí escuchamos tus palabras,
de misericordia y perdón.
“No sabemos lo que hacemos”
pero lo seguimos haciendo.
Te seguimos clavando,
te seguimos insultando
te seguimos tentando,
te seguimos dejando solo,
te seguimos clavando en la cruz,
porque lo seguimos haciendo
con tantos nuestros hermanos.
Hoy sigue siendo Viernes Santo, Señor
porque sigue habiendo muchos “cruficados”.
Y todos somos responsables.
Yo también.
Por eso, perdón Señor.
JUEVES SANTO
POCAS COSAS
¡Qué pocas cosas hacen falta
para mostrar el amor a los demás!
¡Qué pocas cosas hacen falta
para descubrirnos lo que es sencillo
pero a la vez tan profundo!
Sólo hacen falta, un poco de agua
y una toalla limpia.
Y sobre todo unas manos acogedoras
que limpian y acarician.
Y una mirada serena que te serena,
y unos ojos bien abiertos que te miran a los ojos,
y unos pies sucios del camino.
Y mucho, pero mucho amor.
Señor, nuestros pies siguen sucios,
pero mucho más nuestro corazón.
Por eso hoy en el día de Jueves Santo,
te damos gracias porque nos lavas los pies,
y sobre todo porque nos has limpiado el corazón,
has oxigenado nuestra sangre
has fortalecido nuestro amor.
Y nos has recordado que sólo ama
el que se abaja y el que sirve
que desde arriba, sin mirar ni acariciar,
no se puede servir.
Que se sirve desde abajo, como tú.
Y que hoy como ayer y como siempre
ser cristiano, ser de los tuyos
es servir y amar,
empezando por los sencillos y cercanos.
Ya
está.
Casi
a las puertas, una vez más,
la Semana Santa.
Señor,
ahora que comenzamos,
quiero
pedirte que me ayudes a descubrir
la
profundidad, la hondura, el amor de estos días.
Que
en medio de tantas actividades Señor
Tú
ocupes en estos días mis principales momentos,
para
descubrir el amor, tu amor.
Que
no me deje llevar por el ruido
ni
por actividades atractivas,
sino
que sea capaz de acompañarte desde
el
Domingo de Ramos al Domingo de Pascua.
Quiero, como tu madre, estar a tu lado,
siempre
ahí y en silencio
sin
palabras, pero con mi presencia.
Quiero
como ella ser testigo de tu pasión,
de
tu sufrimiento en Getsemaní
de
tu dolor, por la ausencia de tus amigos.
Quiero
sentir la noche dolorosa,
los
azotes y la corona de espinas.
Quiero
sentir el peso de la cruz
y
los insultos de la turba.
Quiero
sentir como desde la cruz,
lugar
de tormento y de burla,
salen
las palabras más hermosas de perdón.
Quiero
sentir, la fría losa del sepulcro
nuevo
y prestado.
Pero
sobre todo, quiero saltar de alegría
y cantar
de gozo
con
las mujeres que acuden al sepulcro.
Y
quiero sentir una vez más esas palabras,
de
que no te busquemos entre los muertos porque vives.
5º.- CUARESMA
Cuantas veces
¡Cuántas
veces, como María,
recurrimos
a ti buscando un milagro
cuando
algún “Lázaro” amigo ha muerto!
¡Cuántas
veces sentimos
el
desgarro que supone la muerte
y la
soledad más sola sin tu presencia!
¡Cuántas
veces como María
esperamos
tu presencia y tus palabras,
y
que realices de nuevo el milagro!
Pero
sabemos Señor,
que
aquello fue sólo un adelanto.
Que
en Lázaro están
y
estamos representados todos.
Qué
tú ese día nos dijiste, como a María,
“yo
soy la resurrección y la Vida”
Nos dijiste,
no temas, y confía.
Pero
seguimos con temores,
seguimos con desgarros,
seguimos muchas veces desesperados.
Señor
nos falta fe en ti y en tus palabras,
una
palabra de vida, de salvación, de resurrección.
Por
eso simplemente hoy te pedimos un milagro,
el
milagro de la fe,
fe
en ti Señor.
Que
sea fuerte,
que
sea confiada,
que
sea luchadora,
que
sea luz en nuestro camino.
Porque
nosotros también creemos Señor
Que
Tú “eres la resurrección y la Vida”.
Nuestra
resurrección y nuestra vida.
++++++++++++++++++++++++++++++++++++
JESÚS ES LA LUZ
Como
el ciego del camino ,
privado
de luz y marginado.
Como
el ciego del camino
esperando tu limosna de acogida.
Como
el ciego del camino
tendiendo
la mano apenas sin esperanza.
Como
el ciego del camino, Señor,
como
el ciego del camino
así
me encuentro muchas veces, Señor.
Ciego,
porque no te veo Señor y quisiera verte.
Ciego,
porque me cuesta descabrite cada día
ciego,
porque sólo tengo ojos para mí
ciego,
porque el orgullo me oscurece,
el
egoísmo me nubla la vista.
Señor,
ciego, pero quiero ver
y
espero de ti que derrames el barro de tu luz
y
me quites el egoísmo que me encierra,
el
orgullo que distorsiona la realidad
la
autosuficiencia que me centra sólo en mí.
Señor
dame tu luz, para que pueda seguir tu camino,
dame
tu fe para que pueda creer en ti,
y
así seguirte y amarte,
y
pueda mirar la realidad y ver en ella tu regalo,
y
pueda mirar a los demás
y
descubrir en ellos a unos hermanos,
y
pueda verme a mí mismo
y descubrir que mi grandeza está
en
el interior, porque allí, en el interior, estás TÚ.
3º.- CUARESMA
Samaritano
soy,
sediento
en el camino,
buscador de fuentes que sacien la sed,
buscador de sentido a mi
sin sentido,
de luz a mi oscuridad,
de alegría en mi tristeza
de compañía en mi soledad.
Y no lo encuentro.
Y llevo mi cántaro,
recorro caminos y fuentes,
y vuelvo casa cada día,
con el cántaro lleno de
agua, sí,
pero con el corazón vacío y sediento.
Y vuelvo de
nuevo
al pozo,
como cada día,
pero hoy es distinto,
porque sabiendo de mi
sed
allí me esperas,
para decirme:
Señor, samaritana soy
sediento del camino
cansado de búsquedas
roto y perdido,
desorientado y confuso…
y entonces escucho…
“Yo tengo el agua que
buscas.
No vayas a otras fuentes,
no recorras otros caminos.
Siéntate conmigo
olvida tus “maridos”
que no te hicieron feliz,
y descansa porque yo
Soy AGUA VIVA QUE BUSCAS”
2º.- CUARESMA
MOMENTOS DE TABOR.
Señor, no es fácil
seguirte.
La vida se nos hace cuesta
arriba,
cargar con tu cruz, como
buen discípulo
nos acarrea dolor,
violencia, lucha y esfuerzo,
Y los sabemos, pero eso no
quita que a veces
tengamos la tentación de
abandonar.
Nos sentimos pequeños y
solos,
cuando no, abandonados.
Sin embargo tú,
nos has prometido tu
presencia y tu ayuda,
contigo podemos llevar la
cruz de cada día
con sentido y en paz.
Porque en ciertos momentos
nos dices
y sentimos de verdad ese “estoy contigo”.
Y disfrutamos de momentos
de paz
de alegría, momentos de
“Tabor”
donde nos adelantas
lo que un día viviremos en
plenitud,
Y experimentamos personalmente
que vale la pena todo lo
sufrido,
que tu Palabra siempre se
cumple
que tu promesa es ya una
realidad.
Que estar contigo es “una
fiesta”
que tú eres túnica nueva,
anillo en la manos,
sandalias en los pies
y banquete espléndido y
gratuito.
Señor, haznos disfrutar de
esos momentos
antelasa de los
definitivos
para que digamos a todos,
“Qué bien se está contigo
Señor”
1º.- CUARESMA
Un Poco de tiempo.
Un poco de tiempo Señor necesitamos,
para
pararnos un poco en nuestra vida
tomarnos
el pulso interior,
ponernos
cara a cara contigo,
y
descubrir aquello que nos mueve
aquello
por lo que vamos dejando la vida
gastando
nuestros talentos.
Un poco de tiempo para ir al
desierto,
donde
alejados de tantas cosas
tenemos
la posibilidad de encontrarnos contigo,
y
descubrir, en la nada, al que es Todo.
Un poco de tiempo,
para
caer en la cuenta que nos alimentamos
en
tantas fuentes, que nos dejan sedientos,
en
tantas mesas que nos dejan hambrientos,
olvidando
que necesitamos de tu Palabra
tanto
como del aire que respiramos.
Un poco de tiempo para caer
en la cuenta
de
que te utilizamos, Señor,
que
eres un poco nuestro “clínex” que se usa
y se tira,
el
hombro donde lloramos nuestra penas
y pronto olvidamos en nuestras alegrías.
Un poco de tiempo.
Para
descubrir que tenemos otros dioses
a
los que dedicamos tiempo, culto y dinero.
Un
poco de tiempo para descubrir
que
la sed que tenemos sólo tú puedes saciarla,
que
el sentido de la vida que buscamos
sólo
tú lo concedes,
para
entender, vivir y gozar de tu presencia.
Porque
contigo, Señor, todo es más fácil.
7º TIEMPO ORDINARIO. A
Un mundo al revés.
Sí. Un mundo al revés nos propones,
que arriesguemos,
que no nos dejemos vencer por lo aparente,
por lo que hoy brilla, por la fuerza y por el poder.
Señor, tenemos experiencia propia y ajena
de que la violencia, sólo engendra violencia,
que la sola justicia no llega,
que el odio nos divide,
que el y tú mas, no conduce sino al enfrentamiento,
que la falta de perdón nos enfrenta.
Llevamos siglos poniendo remedios a nuestros males,
pero no hemos conseguido muy poco,
y tú nos propones algo distinto,
pero nosotros
preferimos seguir
con nuestros parches, tiritas y así nos va.
Por eso Señor,
danos tu fuerza, para seguir poniendo la otra mejilla,
ofreciendo nuestra túnica y nuestro manto.
Acompañando al que está de camino
y le cuesta andar
en soledad.
Prestando cuando hay necesidad,
y necesidad hay mucha.
Que nuestro amor, no se quede entre los nuestros,
en los que nos
quieren, en los que nos “aguantan”
en los que nos devuelven, y pagan con creces,
sino que demos pasos de acercamiento al que nos ignora,
que nuestro amor
se extienda al que no nos saluda
al que habla mal de nosotros,al que nos “persigue”.
Que entendamos que el reino, tu Reino
Se construye desde el amor desinteresado
desde un perdón generoso,
desde una acogida sin límites,
desde una paz compartido, rezada y luchada,
desde una generosidad desbordante,
desde ponerte en lugar del otro.
Y todo Señor,
porque Dios, nuestro
Padre,
nos acoge sin medida,
nos acompaña siempre,
no se aleja de nosotros aunque le cerremos las puerta,
nos ama aunque no le amemos,
nos espera aunque no avisemos de nuestra llegada,
nos abraza y “estruja”
aunque a nosotros nos de vergüenza.
Sólo así, obrando como tú
construiremos contigo
el Reino de Dios con nosotros.
6º TIEMPO ORDINARIO. A
....PERO YO TE DIGO
Escucho tantas palabras y mensajes
que me invitan, me sugieren, me provocan,
a recorrer otros caminos lejos de los tuyos.
Pero también escucho tu voz que me dice,
no te dejes engañar por cantos de sirena,
escucha lo que YO TE DIGO, porque te llevará
a la misericordia, a la fraternidad a la paz.
Me invitas no sólo a no matar, ¡faltaría más!
sino a defender la vida, la fama,
el nombre de mis hermanos.
A no ofender, ni criticar ni murmurar,
ni hacer juicios desde arriba y sin corazón.
Me insinúas que no hay mejor ofrenda
para llevar y depositar en el altar
que un corazón reconciliado y en paz
con todos mis hermanos.
Me propones que
vale más la reconciliación
que cualquier juicio.
Me invitas a mirar a los demás
con ojos limpios, con mirada clara.
Me pides que rompa y corte con todo aquello,
que me aleja de ti y me enfrenta a los hermanos.
Y sé Señor, que me acompañas y me das fuerza
para que cada día, te escuche y te obedezca.
TIEMPO ORDINARIO. 5º DOMINGO A
SER SAL Y LUZ
¡Cuántas veces me quejo y lamento de tantas cosas!
Soy capaz de percibir
pronto lo malo
y no soy capaz de
percibir el bien que me rodea.
Me fijo en lo que me falta
y no valoro lo que tengo entre manos.
Me quedo en el lamento estéril
en la queja que contamina
en la crítica que hiere
en el malestar que descorazona.
¿Cómo salir de este remolino?
Tú me lo dice hoy Señor,
siendo sal y siendo luz.
Y lo seré en la medida que:
Entienda la la vida como servicio .
Viva cada día el perdón, que repara.
Practique la acogida a las personas.
Aleje de mí la crítica y la murmuración.
Ejercite la escucha pausada.
Tenga un corazón generoso que comparta.
Manifieste de palabra y con la vida mi fe en ti, Jesús.
Esté allí donde se me necesita.
Viva alegre y confiado en medio de la dificultad.
Sepa hacer una lectura creyente de la realidad.
Sólo así, seré un poco de sal y un poco de luz.
TIEMPO ORDINARIO. 4º DOMINGO A
Señor
Muchas veces
nos lamentamos de tu silencio,
de tu noche,
de tu oscuridad,
de tu falta de
Palabra.
¿No será más
bien que estamos sordos y ciegos
y que nuestro
corazón está atrofiado?
Señor te pido
tu ayuda porque sólo no puedo…
·
Dame un corazón pobre y
desprendido,
porque me
lleno de cosas.
·
Dame un corazón capaz de
llorar toda injusticia
porque muchas veces
paso de lago.
·
Dame un corazón sufrido, y
fuerte
porque no
siempre las cosas salen bien.
·
Dame un corazón misericordioso
porque sólo
así seré verdadero hijo tuyo.
·
Dame un corazón limpio y
mirada transparente
para descubrir la bondad oculta en las personas.
·
Dame un corazón pacífico y
pacificador,
porque sólo
así construyo la paz.
·
Dame fuerzas para luchar
contra todo mal,
porque sólo así construiré un mundo más justo.
·
Y dame valor cuando me persigan,
por ser de los
tuyos
porque esa será
la mejor prueba
de que estoy
en el buen camino.
3º DOMINGO A
IGLESIA SAMARITANA
Recorrer caminos
Anunciar
Curar heridas
Lo que hacías y quieres
Que sigamos haciendo nosotros.
Señor, que sigamos recorriendo
caminos.
Que no nos instalemos en nuestra comodidad,
en nuestras zonas calidas,
en nuestros cuarteles de invierno,
que no pensemos que tienen que venir
sino que nos tenemos que acercar,
que miremos con ojos nuevos
incluso al que nos mira mal.
Que anunciemos,
la Buena Noticia.
Porque es buena y es para todos
porque nos humaniza,
nos hace mejores,
nos hace hermanos,
porque nos hace levantar los ojos y
verte como Padre bueno,
porque no tenemos oro ni plata
pero sí te tenemos
a ti, Jesús,
al que ofrecemos.
Y curar.
Señor esta vida destroza corazones,
hay demasiada competencia,
abunda el desamor,
crece egoísmo, y el “ir a mi bola”.
Y eso deja muchos corazones heridos
almas secas y cuerpos
“destrozados”
que esperan de ti, de nosotros
el vino y el aceite de la acogida
y una posada donde descansar.
****************
TIEMPO ORDINARIO
2º DOMINGO A
ORACIÓN
Sin tu Espíritu.
Sin tu Espíritu, Señor,
nada soy y nada puedo.
Pero me empeño muchas veces
en mirarme a mí mismo,
confiando en mi trabajo y en mi saber
en mi programación y en mis posibilidades.
Admito escasamente cualquier corrección
porque yo sé lo que tengo que hacer
y sé hacer lo que de verdad conviene.
Pero sin embargo después
llega el pesimismo, el cansancio,
la desilusión, la crisis,
la enfermedad y la falta de frutos.
Y poco a poco me doy cuenta
de que si me faltas Tú,
que sin tu Espíritu,
mi trabajo, es en vano,
mis esfuerzos, estériles,
mis programaciones, papel mojado,
mis títulos, adornos de pared,
mi vida un cansancio total.
Si me faltas tú,
sin la presencia de tu Espíritu,
nada soy y nada valgo.
Por eso Señor,
ven a mi vida,
y aunque muchas veces tenga la puerta cerrada
sigue insistiendo,
porque si ti, no soy nada.
Navidad 2019
ORACIÓN
BAUTISMO DE JESÚS
**********************************************************************
ORACIÓN DE AÑO NUEVO
***************************************************
ORACIÓN
BAUTISMO DE JESÚS
Señor, tú bautismo, mi bautismo
“Eres mi hijo”, escuchas tú, y
“eres mi hijo” escucho yo.
Y una alegría y paz serenas llena mi alma.
Porque soy, nada menos, que hijo de Dios.
Señor, me siento amado por ti,
porque te siento muy cercano
en cada día que amanece
o en cada noche
llena de oscuridad.
Te siendo cercano
en mis momentos felices
y de dudas y
dolor.
Te siento cerca en los triunfos
y mucho más en la
debilidad y el fracaso.
Te siento cerca bendiciendo lo bueno
y animándome cuando no me salen las cosas.
Tu presencia y tu cercanía
tu promesa de amor
me dan seguridad para caminar adelante.
Y me anima a ser agradecido
y sobre todo a manifestar allí donde estoy
la alegría de ser tu hijo,
y el compromiso de tratar a los demás como hermanos.
Señor, gracias por tratarme así.
**********************************************************************
ORACIÓN (REYES MAGOS)
Venían
de lejos,
de
países lejanos,
guiados
por una estrella,
valientes
y decididos,
y
a pesar de las dificultades,
no
abandonaron la búsqueda.
Cuando
encuentran al Niño
se
llenan de alegría,
le
ofrecen sus dones
y
se vuelven a su tierra por otro camino.
Señor,
¡Cuántas
veces yo vivo en países lejanos!
Lejos
de ti,
lejos
de tu calor y cercanía.
¡Cuántas
veces veo la luz que me guía!
Pero
prefiero otras estrellas
otras
luces, otros encantos,
que
como fuegos artificiales
iluminan
fugazmente mi vida
dejándome
luego en las más oscura oscuridad.
¡Cuántas
veces me vencen las dificultades
los
pequeños problemillas!
Y
a la mínima desisto de seguir buscándote.
¡Cuántas
veces la tristeza llena mi corazón!
Y
hace que mi vida no tenga ese calor y esa luz
que
le sobra al que te lleva a quien te lleva muy adentro.
¡Cuántas
veces te ofrezco, Señor, las migajas!
Si
ando falto de tiempo, te dejo a un lado,
Si
estoy lleno de quehaceres, tú el último,
Si…siempre pierdes tú.
Señor,
que te busque sin descanso,
que
siga tu estrella, aunque me cueste,
que
te ofrezca siempre lo mejor.
Y
que cada día Señor,
me
alegre de haberte encontrado.
ORACION PARA EL AÑO NUEVO
Señor,
comenzamos un nuevo año, lleno de
esperanzas.
Sin
embargo sabemos nuestra pequeñez y debilidad,
tenemos
experiencia de la vida
y
sabemos que no todo consiste en buenos deseos
y
en bonitas felicitaciones.
Sabemos
la dureza de la vida
y
las contrariedades que ella cada día nos trae.
Por
eso Señor, quiero pedirte algo
que
tú estás dispuesto siempre a concedernos.
Que
sintamos tu presencia cada día
sobre
todo en los momentos de dificultad.
Que
sintamos tu mano que nos guía,
cuando
nuestra vida se desorienta.
Tus
palabras que nos enseñen
cuando
vamos en busca de otras sabidurías.
Tu
perdón, que nos libere
cuando
nos equivocamos.
Y
sobre todo tu amor,
para
cuando nos sintamos solos.
Señor
contigo a nuestro lado
todo
será distinto,
los
días, será más relucientes
y
las noches menos oscuras.
Contigo
las dificultades se superan
y
las alegrías aumentan.
Contigo
los miedos se disipan
y
crece la esperanza.
Contigo
el perdón es fácil y
la
misericordia se hace realidad.
Por
eso te pedimos, Señor
que
sintamos tu presencia
cada
día de este nuevo año,
y
sea lo que sea lo que nos depare,
contigo
a nuestro lado,
todo
se hará llevadero.
Vigilia
de oración
Fin de
año
·
Una mirada al pasado… para
agradecer.
·
Una mirada al Presente, para
vivirlo intensamente.
·
Una mirada al futuro con
esperanza,
Dios está con nosotros
Guía: Cuando
nos detenemos, en oración, descubrimos nuestras miserias, nuestras debilidades
y flaquezas. En el umbral de un nuevo año nos abrimos al amor misericordioso de
Dios que nos perdona, libera y renueva:
1.-MOMENTO
DE PERDÓN
1. Perdón, Señor, por mis negligencias, descuidos y olvidos,
por mi orgullo y vanidad, por mi necedad y capricho, por mi silencio.
2. Perdón, Señor, por juzgar a mis hermanos y hermanas, por mi falta de alegría y
entusiasmo, por mi falta de fe y confianza en Ti, por mi cobardía y temor en mi
compromiso.
3. Perdón Señor, porque me han perdonado y no he sabido perdonar. Perdón por mi
hipocresía y mi doblez, por esa apariencia que con tanto esmero cuido, pero que
en el fondo no es más que engaño a mí misma.
4. Perdón, Señor, por esos labios que no
sonrieron, por esa palabra que callé, por esa mano que no tendí, por esa mirada
que desvié, por esos oídos que no presté, por esa verdad que omití, por ese
corazón que no amó.
(Se puede seguir
con la oración espontánea de petición de perdón…)
Perdóname,
Señor
y
olvida mis errores,
que
yo quiero cambiar
mis
equivocaciones. -2-
2.- MOMENTO
DE ACCION DE GRACIAS
GRACIAS
Señor por
la paz, por la alegría, por la unión que los hombres, mis hermanos, me han
brindado; por esos ojos que con ternura y comprensión me miraron; por esa mano
oportuna que me levantó; por esos labios cuyas palabras y sonrisa me alentaron;
por esos oídos que me escucharon; por ese corazón que tanta amistad, cariño y
amor me dio.
TODOS: GRACIAS, SEÑOR, DE TODO CORAZÓN
Gracias,
Señor por
el ‘éxito’ que me estimuló, por la salud que me sostuvo, por la comunidad y
momentos alegres que me descansaron.
GRACIAS, SEÑOR, DE TODO CORAZÓN
Gracias,
Señor…me cuesta decírtelo... por la enfermedad, por el
fracaso, por la desilusión, por el engaño, por la injusticia sufrida, por la
soledad, por el fallecimiento del ser querido. Tú sabes, Señor, cuán difícil
fue aceptarlo…!
GRACIAS, SEÑOR, DE TODO CORAZÓN
Gracias,
Señor,
sobre todo, por la fe que me has dado en Ti y en los hombres. Por esa fe que se
tambaleó, pero que Tú nunca dejaste de fortalecer,
cuando tantas veces encorvado/a bajo el peso del desánimo me hizo caminar en el
sendero de la verdad, a pesar de la
oscuridad.
GRACIAS,
SEÑOR, DE TODO CORAZÓN (Pausa)
Canto:
GRACIAS
QUIERO DARTE POR AMARME
GRACIAS
QUIERO DARTE YO A TI, SEÑOR
HOY SOY
FELIZ PORQUE TE CONOCÍ,
GRACIAS POR
AMARME A MÍ TAMBIÉN.
PALABRA DE
DIOS.
Estad siempre alegres, orad
constantemente, dad gracias en toda circunstancia, porque esto quiere Dios de
vosotros. No apaguéis el Espíritu, no tengáis en poco los mensajes inspirados,
pero examinadlo todo, retened lo que haya de bueno y manteneos lejos de toda
clase de mal. El que os llama es fiel.
3.- EN TUS MANOS EL FUTURO
En tus manos, Señor, el fututo. No sabemos qué nos deparará,
pero sabemos que en ese futuro, tú estás siempre. Sabemos que por mal que nos
vayan las cosas, siempre caminas con nosotros. Confiando en ti y en ti
descansamos. Y en ti ponemos nuestros proyectos, nuestras ilusiones, nuestra
familia.
Confío
en Ti
Confío en Ti, de Ti me fie,
no andaré tus pasos si no
es desde la fe.
Justo he de vivir si en Ti
confié.
Dame Dios, tu Espíritu,
dame Tú la fe. (repetitivo)
PADRE
NUESTRO
(Bendición irlandesa)
Oramos todos juntos
Que los caminos se abran a tu encuentro,
que el sol brille sobre tu rostro,
que la lluvia caiga suave sobre tus campos,
que el viento sople siempre a tu espalda.
Que guardes en tu corazón con gratitud
el recuerdo precioso
de las cosas buenas de la vida.
Que todo don de Dios crezca en ti
y te ayude a llevar la alegría
a los corazones de cuantos amas.
Que tus ojos reflejen un brillo de amistad,
gracioso y generoso como el sol,
que sale entre las nubes
y calienta el mar tranquilo.
Que la fuerza de Dios te mantenga firme,
que los ojos de Dios te miren,
que los oídos de Dios te oigan,
que la Palabra de Dios te hable,
que la mano de Dios te proteja,
y que otro te tenga, y nos tenga a todos,
en la palma de su mano.
que el sol brille sobre tu rostro,
que la lluvia caiga suave sobre tus campos,
que el viento sople siempre a tu espalda.
Que guardes en tu corazón con gratitud
el recuerdo precioso
de las cosas buenas de la vida.
Que todo don de Dios crezca en ti
y te ayude a llevar la alegría
a los corazones de cuantos amas.
Que tus ojos reflejen un brillo de amistad,
gracioso y generoso como el sol,
que sale entre las nubes
y calienta el mar tranquilo.
Que la fuerza de Dios te mantenga firme,
que los ojos de Dios te miren,
que los oídos de Dios te oigan,
que la Palabra de Dios te hable,
que la mano de Dios te proteja,
y que otro te tenga, y nos tenga a todos,
en la palma de su mano.
Si vienes
conmigo y alientas mi fe,
Si estás a mi
lado ¿
¿A quien
temeré?
***************************************************
ORACIÓN
No te canses de venir, Señor.
No te canses.
Porque nosotros seguiremos siendo herodes
que matamos la vida y la ilusión
de tantos que como tú siguen queriendo
únicamente vivir.
No te canses de venir, aunque seamos
posaderos y "peseteros", que nos importa
más el negocio que la caridad,
y te cerramos de malos modos nuestra posada
No te canses Señor de venir,
aunque nuestras puertas sigan cerradas
y prefiramos seguir con nuestra vida monótona
a la vida llena de novedad
que tú nos ofreces.
No te canses de venir,
aunque sigamos haciendo oídos sordos
a los buenos ángeles que
nos siguen anunciando tu presencia.
No te canses de venir,
aunque seamos ciegos
para no descubrir la estrella, la luz,
que nos llegue hasta el pesebre.
No te canses Señor, no te canses de venir
porque te seguimos necesitando,
más que el aire, más que el agua,
más que la vida,
aunque muchas veces vivamos
ignorando tu presencia
y maldiciendo tus bendiciones.
No te canses, Señor, no te canses de venir,
porque yo te necesito.
Javi Fuente
ORACION TERESIANA
Got
PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO
1.-
MOTIVACIÓN.
VEN ESPÍRITU DE DIOS SOBRE MÍ
ME ABRO A TU PRESENCIA,
CAMBIARÁS MI CORAZÓN – 2-
·
Un adviento más llama a nuestras puertas.
Una nueva posibilidad para la escucha y la acogida. Una navidad más en el
horizonte. Por eso, Señor, empiezo por descalzarme, quitar todo lo que me
impide estar en tu presencia. Y este momento es sólo para ti y para mí. Para escucharte
y para que me escuches, y sobre todo para estar. Estar contigo en silencio.
VEN ESPÍRITU DE DIOS SOBRE MÍ
ME ABRO A TU PRESENCIA,
CAMBIARÁS MI CORAZÓN – 2-
·
Señor, no siempre tengo la calma
suficiente para estar contigo. No siempre soy valiente y decidido para dejar
otras pequeñas cosas que ocupan mi mente. Pero ahora, Señor, soy sólo tuyo.
Cierro mi puerta y dentro de mi te encuentro. Señor, ¡Qué bien estoy contigo
VEN ESPÍRITU DE DIOS SOBRE MÍ
ME ABRO A TU PRESENCIA,
CAMBIARÁS MI CORAZÓN – 2-
·
Vengo Señor cargado de deseos y
necesidades. Vengo con el alma encogida por tantas cosas que veo a mi
alrededor. Por tanto sufrimiento silencioso de los que aparentemente ríen a carcajadas,
pero que sólo es una pantalla que maquilla su dolor interior. Vengo con nombres
concretos que quiero poner en tu presencia. Vengo con miles de nombres anónimos
, hijos tuyos y hermanos nuestros que un día más, un adviento más te esperan.
VEN ESPÍRITU DE DIOS SOBRE MÍ
ME ABRO A TU PRESENCIA,
CAMBIARÁS MI CORAZÓN – 2-
2.-
PALABRA DE DIOS
EVANGELIO Mt 24, 37-44
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus
discípulos:
«Cuando venga el Hijo del hombre, pasará
como en tiempo de Noé.
En los días antes del diluvio, la gente
comía y bebía, se casaban los hombres y las mujeres tomaban esposo, hasta el
día en que Noé entró en el arca; y cuando menos lo esperaban llegó el diluvio y
se los llevó a todos; lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre: dos
hombres estarán en el campo, a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; dos
mujeres estarán moliendo, a una se la llevarán y a otra la dejarán.
Por tanto, estad en vela, porque no sabéis
qué día vendrá vuestro Señor.
Comprended que si supiera el dueño de
casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría que
abrieran un boquete en su casa.
Por eso, estad también vosotros
preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre».
Palabra del Señor.
3.-
PARA MEDITAR:
Viene el Señor:
-
¿Quieres que
venga de verdad a tu vida?
-
¿Qué tienes que alejar,
quitar dentro de ti par que Jesús pueda estar contigo?
-
Jesús:
·
Nos dices que
llegas siempre de improviso y que debemos estar preparados.
·
Quieres que estemos bien despiertos y
disponibles, velando de verdad para no fallarte cuando nos cites.
Tus citas
pueden ser:
·
-una página del evangelio leída en
familia.
·
-las misa que se celebra en la parroquia
con los demás cristianos.
·
-el rato que dejo lo que estoy
haciendo para orar pensando en ti, en silencio.
·
-la hora que comparto con otros para
jugar y descubrir juntos cosas de la vida.
·
-los momentos en que me complico la
vida para ayudar al que sufre o estar al lado del que me necesita.
·
“Perder el tiempo
con alguien que te lo pide”.
Concédeme
estar siempre muy atento para oírte cuando llames suavemente a
la puerta de mi corazón.
4.-PARA
ORAR JUNTOS
Señor, te necesito.
No
sé muy bien cómo decírtelo, Señor.
pero
te necesito.
No
sé cómo manifestarlo,
pero
como los peces necesitan el agua
los
aves los cielos…te necesito.
Necesito
tu presencia,
tu
palabra,
tu
mirada,
tu
palmada en el hombro,
tu
corrección,
tu
ánimo,
tu
perdón,
tu
amor.
Necesito
de tu presencia,
para
sentir que no estoy solo
en
la lucha de cada día.
De
tu palabra
que
alimenta mi interior
y
me manifiesta cada día tu voluntad.
De
tu mirada,
que
me anima y me llena de paz.
De
tu palmada en el hombro,
porque
tantas veces me equivoco
y
hago lo que no debo.
De
tu corrección, siempre fraterna que me guía
y
conduce hacia el bien.
De
tu ánimo,
para
no abandonar en la lucha de cada día
y
vencer las tentaciones facilonas.
De
tu perdón,
que me hace cada día hombre nuevo
De
tu amor,
que
me llena de seguridad y de paz.
5.- CANCIÓN
FINAL
Haz que
abandone la alforja que hasta ahora he llevado
Haz que rechace el vestido que traje hasta aquí
Haz que me quede desnudo ante tu presencia
Haz que abandone mi vieja razón de existir
Maranta ven Señor Jesús
Maranta ven Señor Jesús
Dame valor en la lucha que traigo conmigo
Haz que comprenda que solo un rival tengo yo
Ese rival es mi orgullo que llevo por dentro
Cuando me venza a mí mismo seré ya de Dios.
Haz que rechace el vestido que traje hasta aquí
Haz que me quede desnudo ante tu presencia
Haz que abandone mi vieja razón de existir
Maranta ven Señor Jesús
Maranta ven Señor Jesús
Dame valor en la lucha que traigo conmigo
Haz que comprenda que solo un rival tengo yo
Ese rival es mi orgullo que llevo por dentro
Cuando me venza a mí mismo seré ya de Dios.
++++++++++++++++++++++
GOT. Oración teresiana
Domingo de Cristo Rey
1.- MOTIVACIÓN
En tu presencia, Señor. Vengo para escuchar esas
palabras que calientan el corazón. Las mismas que escuchó el buen ladrón, las
mismas que un día quiero escuchar yo. Acoge mi sencilla oración que hoy te
presento con la sencillez y humildad de un niños un con la confianza de un
amigo.
CANTOS:
//Hemos
venido a este lugar
Unidos en su nombre y a adorar//
Hemos venido a este lugar
Unidos en su Nombre y a adorar a El
Cristo, mi Señor y Rey
//Las manos santas levantad
Glorificad su nombre y adorad//
Las manos santas levantad
Glorificad su nombre y adorad a El
Cristo, mi Señor y Rey
//En su presencia estamos ya
Justificados por la sangre//
En su presencia estamos ya
Justificados por la sangre que El vertió
Cristo, mi Señor y Rey
2.- PALABRA DE DIOS
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 23, 35-43.
En aquél tiempo, los magistrados hacían muecas a Jesús
diciendo: «A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de
Dios, el Elegido».
Se burlaban de él también los soldados, que se
acercaban y le ofrecían vinagre, diciendo: «Si eres tú el rey de los judíos,
sálvate a ti mismo».
Había también por encima de él un letrero: «Este es el
rey de los judíos».
Uno de los malhechores crucificados lo insultaba
diciendo: «¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros».
Pero el otro, respondiéndole e increpándolo, le decía:
«¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en la misma condena? Nosotros, en
verdad, lo estamos justamente, porque recibimos el justo pago de lo que
hicimos; en cambio, este no ha hecho nada malo».
Y decía: «Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu
reino».
Jesús le dijo: «En verdad te digo hoy estarás conmigo en el paraíso».
PALABRA DEL
SEÑOR
3.-PARA ORAR:
- -
Mira y contempla a Jesús en la Cruz.
- -
Escucha nuevamente las palabras que le dirige el buen
ladrón.
- -
Escucha sobre todo, lo que le dice Jesús.
- -
¿Qué te sugiere Jesús?
Robar el
cielo
Robar el
cielo en el último momento, eso sí que es saber robar. Eso sí que es aprovechar la oportunidad. El
tesoro que había buscado, por fin lo encontró. El buen ladrón quedó sorprendido
por Jesús, su actitud, su silencio, sus palabras. Palabras de acogida, de
perdón que le abrieron los ojos y el corazón.
De la boca
de los demás salían palabras de provocación y de burla, de blasfemias e
insultos. De Jesús, oraciones sencillas y palabras de perdón. Y eso descolocó a nuestro buen ladrón. Debía
ser alguien importante, pensó, porque hablaba de un reino, de un padre, y
decidió apuntarse a ese reino si tenía tan buen rey.
Amigo, ¿no
te llena esta escena de confianza?
Quizá vives
alejado o indiferente.
Quizá la
iglesia y los cristianos no te convencemos.
Quizás
escuchas más insultos y mofas que palabras de acogida y de perdón en la vida de
cada día.
Pero estés
en la situación que estés, siempre podrás tener un momento de humildad para
elevar los ojos al que está en la cruz y decirle con palabras sencillas lo qué
sientes y cómo lo sientes, cómo estás y cómo te trata esta vida.
No hace falta muchas palabras, sólo que te
sientas pobre ante Él, porque sólo si te sientes pobre te podrá llenar de
riqueza. Sólo si te sientes pecador, te podrá llenar de perdón.
Y dile desde
el corazón: ”Tú conoces mi vida, tú sabes lo que soy y lo que hago, tu sabes mis
carencias y mis límites…pero hoy te pido, ACUÉRDATE DE MI.
Y Jesús de
nuevo se dejará robar el paraíso por ti.
4.-ORAMOS JUNTOS:
Acuérdate de mí, Señor.
Sabes que no soy el mejor
ni siquiera estoy entre los decentes,
ando “trampeando” en mi vida
que tiene más sombras que luces.
Ando robando,
mendigando acogida y calor
misericordia y perdón.
palabras y presencias.
Por una mano amiga,
por una sonrisa
daría casi todo, Señor.
Pero ya sólo me quedas tú.
Y ahora que estamos juntos los dos,
en la misma cruz,
animado por tu presencia y entereza,
por tu acogida y perdón,
como aquel buen ladrón,
de atrevo a decirte también,
que quiero estar contigo,
y quiero de nuevo escuchar
esas palabras que serenan mi alma
“Hoy estarás conmigo en el paraíso”
Canto final
A Jesús sea honra, gloria y poder.
Majestad, reino y autoridad,
Luz y esplendor,
manda a su pueblo
a Él
cantad.
Aclamad y proclamad
el Nombre de Cristo.
Magnificad, glorificad
A Cristo el Rey.
.
Majestad, adora a su majestad.
*****************************************************
Got.
1.-CANTOS:
1.-Abre mis labios Señor
para poderte alabar,
Abre mi corazón
para poderte adorar.
2.- En mi debilidad me haces fuerte.
En mi debilidad me haces fuerte.
Sólo en tu amor me haces fuerte.
Sólo en tu vida me haces fuerte.
En mi debilidad te haces fuerte en mí
3.- En la cruz está la vida y el consuelo,
y ella sola es el camino para el cielo
2.- PALABRA DE DIOS San Lucas (21,5-19):
En aquel tiempo, como algunos hablaban del templo, de lo bellamente adornado que estaba con piedra de calidad y exvotos, Jesús les dijo:
«Esto que contempláis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida».
Ellos le preguntaron:
«Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?».
Él dijo:
«Mirad que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre diciendo: “Yo soy”, o bien: “Está llegando el tiempo”; no vayáis tras ellos.
Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico.
Porque es necesario que eso ocurra primero, pero el fin no será enseguida».
Entonces les decía:
«Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países, hambres y pestes.
Habrá también fenómenos espantosos y grandes signos en el cielo.
Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, y haciéndoos comparecer ante reyes y gobernadores, por causa de mi nombre. Esto os servirá de ocasión para dar testimonio.
Por ello, meteos bien en la cabeza que no tenéis que preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro.
Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os entregarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán a causa de mi nombre.
Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas».
Palabra del Señor
En aquel tiempo, como algunos hablaban del templo, de lo bellamente adornado que estaba con piedra de calidad y exvotos, Jesús les dijo:
«Esto que contempláis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida».
Ellos le preguntaron:
«Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?».
Él dijo:
«Mirad que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre diciendo: “Yo soy”, o bien: “Está llegando el tiempo”; no vayáis tras ellos.
Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico.
Porque es necesario que eso ocurra primero, pero el fin no será enseguida».
Entonces les decía:
«Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países, hambres y pestes.
Habrá también fenómenos espantosos y grandes signos en el cielo.
Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, y haciéndoos comparecer ante reyes y gobernadores, por causa de mi nombre. Esto os servirá de ocasión para dar testimonio.
Por ello, meteos bien en la cabeza que no tenéis que preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro.
Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os entregarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán a causa de mi nombre.
Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas».
Palabra del Señor
3.- PARA MEDITAR
¡Cuánto
necesitamos la paciencia y tenacidad! “Nada te turbe… La paciencia todo lo
alcanza… Quien a Dios tiene nada le falta”. Si en el momento presente, por
difícil que sea, perseveramos en el amor de Jesús, nada nos podrá vencer. Si
ponemos a Jesús en medio de todas las dificultades que se desatan a nuestro
alrededor, nos mantendremos en pie y seguiremos trabajando por la humanidad
nueva con la experiencia de la paz. Con Jesús en nuestro interior, los dolores
nunca serán de muerte, serán de parto. “¡Qué bueno es ir a hacerse salvar por Él en esas
horas en que solo se siente la propia miseria!” (Isabel de la Trinidad).
“No se ganó
Zamora en una hora”
Así dice el viejo refrán
castellano. Y también se nos dijo muchas veces: ” el que algo quiere, algo le
cuesta”. Yo creo que por ahí van los
“tiros” de Jesús en este evangelio del domingo 33 del tiempo ordinario.
Nos habla de odio, guerras, muerte, dificultades, pero nos habla
también de vida, de salvación, de felicidad, de
triunfo.
Y de esas realidades primeras todos hemos experimentado alguna. Nos
vienen sin buscarlas. Las vivimos en familia, en grupo y personalmente. El
sufrimiento es parte de la vida, lo queramos o no. Y ser discípulo de Jesús,
conlleva también esa realidad. La cruz es parte del seguimiento.
¿Qué hacer?
Buscar atajos es camino inútil. Podemos pedir pasar el cáliz, pero no
es lo conveniente. No lo hay otro camino, sino asumir el sufrimiento y la
dificultad. El dolor, el sufrimiento, la dificultad nos hacen fuertes para
afrontar las realidades que nos toca vivir cada día. Muestran también nuestra capacidad de amar y
de entrega.
Jesús nos invita a la perseverancia.
La perseverancia es el ánimo para afrontar las realidades difíciles, es
fortaleza en la dificultad, es mantener la palabra dada… y mucha confianza, sobre todo esto último. La perseverancia nace de
unir la confianza plena en Dios con nuestro esfuerzo y determinación. En esta
receta, hay que poner muchísimo más de lo
primero que de lo segundo.
Y la perseverancia hay trabajarla cada día. No nos viene infusa. Sobre
todo hay que pedirla en la oración. Sin ese trabajo personal y cuidado
personal, sin esa oración constante, sin la Palabra de Dios, sin la frecuencia
de los sacramentos, difícilmente se puede ser perseverante. Cuando me siento débil, como Pablo, entonces soy fuerte, porque pondré la
solución y la fortaleza no en mí sino en Dios.
Y en el horizonte, la
perseverancia nos descubre, nos hace intuir que el bien, el
amor, la vida, – es decir Dios-
siempre triunfan, aunque sus caminos y su manera de hacer las cosas dista tanto
de nuestro parecer que a veces nos confunde. Por eso y ante eso, confianza y
perseverancia.
___***___
“‘¿Tienes paz en el
alma en el momento de las persecuciones, cuándo todos se alegran por tu mal?
¿Tienes paz? Si tienes paz, tienes la semilla de la alegría que vendrá
después’. Que el Señor nos haga entender estas cosas”.
4.- PARA ORAR Y COMPARTIR
la vida se me
hace cuesta arriba.
En algún
momento pensé
que ser tu
discípulo era más fácil
que vivir la fe
era siempre gozo.
Sin embargo
experimento la dureza de la vida,
muchas veces no
te siento cerca
y eso me hace
sufrir.
Más bien te
siento lejano, y silencioso,
cuanto más
busco tu palabra, más silencio encuentro.
Otras veces son
los demás y las circunstancias,
la crítica, la
incomprensión, los comentarios
y ciertas
actitudes las que siembran en mi desasosiego.
¿Qué hacer
Señor?
Intuyo Señor que me susurras,
que tus silencios, no son sino mi falta de escucha,
Intuyo Señor que me susurras,
que tus silencios, no son sino mi falta de escucha,
que tus
ausencias, es que te busco por caminos
equivocados,
que tu lejanía,
es que yo te he dado la espalda.
Me pides hoy
que confíe, que persevere,
que te
ofrezca lo mejor,
que siga
manchado mis pies en el polvo del camino,
que mis manos se encallezcan de hacer le bien,
que mis ojos no
dejen de sonreír,
mis labios de
besar,
mi vida se
gaste en favor de los demás.
Y después que
confíe.