NIÑO.- Ha llegado el día…. ¿no lo notáis? Todo suena
distinto, en el aire, en el cielo, y sobre todo en las personas.
NIÑA.- Mira la
gente está más contenta, sonríe, y se desean feliz Navidad.
NIÑO.- Sí, hoy parece
que ciertos muros se han quitado, que ciertos puentes se han tendido.
NIÑA.- Es el espíritu
de la navidad. El día que los cristianos recordamos que Dios, siendo tan grande
se hace como uno de nosotros.
NIÑO- Sí, desde ese
día empezamos a comprender que Dios nos ama con especial amor, un amor de
locura. Mirad queremos contaros lo que allí pasó, escuchad:
MARÍA
Y JOSE, ANGEL Y CRONISTA
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MARÍA. ¡Hay José, qué
cansada estoy! El próximo año tenemos que hacer reserva de posada.
JOSÉ. Tienes razón.
Nunca pensé que en mi ciudad nos iban a cerrar las puertas. Menos mal que
encontramos este lugar. La noche está fría.
MARÍA: Gracias a ti
José, sin ti no hubiéramos llegado. Eres el muchacho más guapo y más bueno de
todo Nazaret y de alrededores y el que mejor canta.
JOSÉ.-
María,
me haces poner colorado. ¡Vaya humor que tienes!
MARÍA: Bueno, José,
¡ya viene!
JOSÉ.- ¿Quién
viene? No he sentido llamar.
MARÍA.- ¡Hay José! Ya
viene, ¡El niño… que ya viene…!
CRONISTA.- Y ¡Claro que
vino! Vino un niño, el más guapo del
mundo. Sí, nació en un portal, en un pesebre, falto de todo pero sobrado de
amor. Y sus padres, María y José, estaban llenos de alegría. Y le colocaron en
el pesebre, lo mejor para el niño.
(Entran
con el niño en brazos y se sientan con el niño en medio…)
MARÍA.- Mira José,
¡Que guapo! Diría que sus ojos son como los tuyos.
JOSÉ.- ¡Qué cosas tienes María, si todavía no los ha abierto! Pero
la nariz es como la tuya.
CRONISTA.-Y así María y
José contemplan al niño, le dan de comer, le velan, se duermen un poco. Pero
alguien les despierta. En medio de la noche se escuchan cantos.
(Aparece
un ángel)
ANGEL.- (A la
asamblea) Os traigo una buena noticia, hoy en la ciudad de Belén os ha nacido
un Salvador, el Mesías.
CRONISTA.-Y el ángel
fue por la comarca anunciando la buena noticia a todos los hombres de buena
voluntad. Escuchad lo que decía:
ANGEL.- ¡Gloria a Dios
en el cielo y en la tierra paz! ¡Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz!
CRONISTA.- Muchos
escucharon este anuncio. Pero pocos de verdad se pusieron en camino. Pero
siempre hay buena gente, siempre hay alguien que escucha la voz de Dios. Había por allí una gente sencilla, los
pastorees que por las noches cuidaban el ganado (se acercan los pastores)
PASTOR
1. -Ya sabía yo que algo especial había ocurrido, porque escuchamos la
voz de un ángel.
PASTOR
2.-Nos
dijo que aquí había nacido… había nacido… eso, había nacido el Mesías.
MARÍA: Pero entrad,
no tengáis miedo, es un niño. Yo soy María y éste es José, mi esposo.
PASTOR
1.-
No sabía que traer, pero aquí tienes un caldo de cocido buenísimo.
PASTOR
2.-
Mirad, como suponía que no tenías muchas cosas, mi parienta me ha enviado este
queso de oveja.
PASTOR
3.- Yo he traído miel de romeo, es buena para el invierno.
PASTOR
4.- Y como las noches por aquí son frías, os he traído esta manta que da
un calor.
CRONISTA.- Y así los
pastores fueron comentado y hablando y cada noche iban al pesebre y allí, al
calor del fuego, contaban historias. María estaba muy contenta y José también.
Pero un día, ocurrió algo especial, apareció en el cielo una estrella que puso
su luz en medio del pesebre. Una estrella que había guiado a unos personajes
muy especiales: Sus Majestades los Reyes de Oriente. Venían en camello y parece
que venían de muy, muy lejos. (Aparecen
los reyes)
MELCHOR.-
¡Vaya
viajecito! El próximo año, yo no vengo en camello.
GASPAR.-
¡Es
que ya estás viejo, Melchor, es que ya estás viejo!
BALTASAR.- Pues escuchad, escuchad.
Hay un canto que se escucha a lo lejos.
GASPAR.- Y la luz de la
estrella se ha posado allí…
MELCHOR.- Vayamos
presurosos. Es el signo que esperábamos.
BALTASAR.- Presiento que
lo que buscamos, lo hemos encontrado.
CRONISTA.-
Y
los reyes se acercan al portal. Y allí descubren al Niño, y se arrodillan
asombrados. María y José contemplan la escena. Callan y acogen. Los reyes, que permanecen en silencio, como
no queriendo romper el misterio de la noche, le ofrecen también sus regalos.
MELCHOR.- Porque eres
niño y eres rey, yo te ofrezco el oro, el más precioso de los metales.
GASPAR.- Yo soy Gaspar
y porque eres niño y eres Dios yo te ofrezco el mejor incienso.
BALTASAR.- Mira yo vengo
de lejanas tierras… me llamo Baltasar, y como sé que eres Dios, eres rey pero
también eres hombre, te ofrezco la mirra, el mejor perfume
CRONISTA.- Los reyes
estuvieron allí todo el día. Y hablaron. Y cantaron viejas canciones de tierras
lejanas. Y María, María todo lo guardaba en su corazón.
Y los reyes, llenos de paz,
se volvieron a su tierra por otro camino, dejando al rey Herodes sin saber
dónde estaba el niño.
MARÍA.-
Mira
José, Dios ha sido grande con nosotros, todo lo prometido se cumple.
JOSÉ.- Dios es fiel a
sus promesas con los hombres.
MARÍA.-Por eso José,
por eso amigo que me escucháis, así de sencilla fue la primera Navidad, muy
sencilla, muy pobre, muy llena de amor. Muy feliz.
JOSÉ.- Y muy
alegre. Por eso os queremos dejar
nuestro deseo.
MARÍA.- No olvidéis
que las cosas fueron así, así las vivimos y así os las contamos.
JOSÉ.- Por eso
celebrar la Navidad no tiene que ver mucho con ciertas celebraciones de hoy
día. Donde hay de todo pero falta el Niño Dios.
MARÍA.- Navidad, la
nuestra y la vuestra, es dejar que Jesús nazca dentro de ti y es recordar y
agradecer que Dios está con nosotros. Y porque le sentimos nacer dentro, con él
nacen nuestros mejores sentimientos y deseos.
JOSÉ.- Y no hace
falta muchas cosas, hace falta tener un buen corazón, como el de los pastores,
sencillo y humilde.
MARÍA.- Y para ir a
Belén no hace falta muchas cosas. El niño Jesús el regalo que quiere, el regalo
que de verdad valora… dilo tú José.
JOSÉ.- El regalo que
espera de ti y de todos, es que le entregues tu corazón. ¿Recordáis aquella oración que nos enseñaron
de niños? Sí, el Jesusito… ¿Se lo decimos? Venga, todos juntos:
TODOS:
JESUSITO DE MI VIDA, ERES NIÑO COMO YO, POR ESO TE QUIERO TANTO Y TE DOY MI
CORAZÓN
JOSÉ.- Bueno amigos. María
tiene que dar de comer niño y vosotros también tenéis que ir a comer. Pero ante
queremos dejaros nuestro mejor deseo, para vosotros y vuestras familia y para
todos los hombres de buena voluntad.
JOSÉ
Y MARÍA.- QUE EL NIÑO JESÚS NAZCA EN VUESTRAS VIDA
CANTOS
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DÍA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN
DÍA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN
¡También cuento contigo!
Mis pequeños amigos. Hoy es
un día muy grane. Bueno todos los domingos lo son, pero hoy además celebramos a
la Virgen Nuestra Madre, bajo una advocación: la INMACULADA CONCEPCIÓN.
Quizá a nosotros no nos dice
mucho ese nombre, pero es muy importante. Significa que María, por gracia de lo
que después iba a ser, Dios la preservó de pecado.
Y ¿qué es el pecado? Pues
todo aquello que nos aleja de Dios, nos aleja de los hermanos y no nos hace
buena gente. Los amigos de Jesús, debemos empeñarnos cada día en ser buena
gente, como MARÍA.
Hoy el evangelio nos cuenta
como comenzó la Historia más bonita, como Dios entró en el corazón de María. Lo
que le dijo a María son estas frases: (se traen unos carteles azules de fondo y
con letras blancas y se colocan frente a la asamblea)
“Alégrate”. Es lo primero que María escucha de Dios y lo
primero que hemos de escuchar también hoy.
En el mundo hay mucha tristeza, muchos malos rollos, muchas rencillas…
sin embargo Dios la dice: ALÉGRATE.
«El Señor está contigo». Estar alegres y llegar a ser felices no nos es fácil.
Tenemos muchos motivos y razones que nos hacen difícil la vida. Pero no olvidemos que por mal que
nos vayan las cosas, Dios nunca nos abandona.
«No temas». Nada más contrario a un cristiano que vivir con temor. Cuando tenemos a
Dios con nosotros es como una luz que
disipa las tinieblas, como el calor que derrite el hielo, como una buena
compañía de ese amigo en los momentos bajos.
Y finalmente, ¡Te necesito!: ¿Has pensado alguna vez que Dios
cuenta contigo, que eras muy pero que muy importante para él. Cuenta con nosotros,
cuenta con nuestros talentos. También a nosotros, como a María, se nos confía
una misión: poner luz en medio de la noche.
Pues amigos, esas palabras son dichas hoy para ti y para mí.
a.
Si alguien te quiere alegre y te da motivos de alegría es
Dios.
b.
Si alguien disipa nuestros temores es saber que está con
nosotros.
c.
Si alguien sabemos que cuenta con nosotros a pesar de
nuestras pequeñas cualidades, es Él
Por eso sintamos la alegría
que maría sintió en este día y vayamos alegres y contentos
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DIOS VIENE A VERTE
(Adaptación del cuento,
Martín, el zapatero de León Tolstói)
Es una posible idea para realizar en la misa del primer domingo de adviento.
Se trata de motivar a los niños para vivir el adviento.
Lo pueden REPRESENTAR los niños, vestidos en relación a los personajes.
PERSONAJE: CRONISTA, VOZ EN OFF, MARTIN, ANCIANO, MUJER.
CRONISTA: Cuenta la historia que Martín era un hombre ya entrado en años,
que se ganaba la vida como zapatero. Vivía solo, en una
pequeña casa, ya que su mujer había muerto hacía años y el hijito que ambos
habían tenido falleció de niño. Por todo esto que le
había pasado, Martín estaba muy enojado con Dios. Sin duda se sentía
abandonado.
Pero a pesar de su enfado con Dios, Martín,
cada noche, antes de ir a dormir leía un pasaje del evangelio, frente al fuego de la chimenea que siempre
tenía encendida. Y leyendo se quedó dormido. Y en eso escuchó una voz que le decía:
OFF: “Martín, mañana Dios vendrá a visitarte”.
CRONISTA: Se levantó, sobresaltado…pero no había nadie en la casa, ni
fuera. La noche era muy oscura y fría.
MARTÍN: ¡Serán sueños!
CRONISTA: Así se dijo Martin…y con esto, acurrucado junto al fuego, volvió
a dormirse. Pero se despertó muy de mañana y sobresaltado, nervioso, pero
contento. De nuevo recordaba la voz que escuchó y se dijo:
MARTÍN: ¡Dios vendrá a visitarme! Voy a ordenar y a limpiar
todo.... esto está un poco desordenado… y a poner un poco más de comida, quizá
Dios quiera comer conmigo…(se pone a
limpiar).
CRONISTA: En eso, mientras estaba en
plena tarea, alguien golpeó la puerta. Era un anciano, que cierto no tenía muy
buena fama en el pueblo y alrededores.
ANCIANO:
¡Hola Martin! Estoy cansado y hambriento y no he conseguido nada para comer, ¿podrías ayudarme?
MARTÍN: Bueno, estoy esperando una visita muy especial. Pero pasa, y
desayuna conmigo y caliéntate un poco, tienes los pies mojados.
CRONISTA: Martín lo hizo pasar, le ofreció un sillón para descansar y le
sirvió un café con pan todavía caliente y un poco de mantequilla. Puso los zapatos y calcetines cerca de la
chimenea. Y charlaron largo rato. Cada
uno contó sus penas y alegrías. Cuando hubo descansado lo suficiente, y los
zapatos secos, se fue muy agradecido, con la promesa de volver pronto. ( le da un abrazo)
ANCIANO: Gracias Martin. Sabes, eres un buen hombre. ¡Que Dios te pague!
CRONISTA: Y Martín siguió con los preparativos para recibir a su
visita. Cuando apenas había retomado su trabajo, alguien llama de nuevo a
la puerta.
MARTÍN: ¡Es el Señor! Seguro que
ahora sí.
CRONISTA: Pero al abrir sólo vio a una mujer, con un bebé en brazos, llena
de frío que venía a pedir ayuda.
MUJER: "Señor, estoy sola con
mi niño, y estos días apenas hemos
comido, ¿Podría usted ayudarme con algo?
Martin: La verdad es que estaba esperando una visita muy importante, pero
por favor, pasad, algo hay por aquí.
CRONISTA " Martín la hizo pasar, le dio la comida que tenía preparada
para él y para Dios, y calentó bastante leche para el bebé. Cuando hubieron
comido lo suficiente, la mujer se levantó, agradeció a Martín, con un beso en
las manos, y se marchó con la sonrisa en los labios. Al despedirse Martín le
regaló unas bostas nuevas y una manta para el bebé.
MUJER: Gracias Martín. Sabes, eres un buen hombre. Que Dios te lo pague.
CRONISTA.
Martín, se quedó de nuevo sólo. Y cada vez más ansioso, no veía la hora de que
llegara su invitado. Mientras limpiaba, miró
por la ventana de su casa, y vio a un niño en calle, con su ropa toda rota y sucia, tiritando d frío. Sin pensarlo dos veces buscó en su viejo armario. Abrió un
cajón en el que reservaba la ropita que había sido de su pequeño, tomó las más
lindas prendas, salió y se las ofreció al niño de la calle.
MARTÍN: Toma, hijo. Seguro que a ti te hacen más falta que a mí.
NIÑO: Gracias señor.
CRONISTA: El niño las aceptó con una sonrisa de oreja a oreja. Martín
entró nuevamente en su casa y siguió preparando todo. (limpiando y dando vueltas)
Así estuvo todo el día, hasta que, a
la noche, cansado por el trabajo y decepcionado por Dios una vez más, se sentó al lado de la chimenea y se quedó
dormido. Tan dormido estaba que hasta soñó... ¡Y
qué sueño! En el sueño, vio a Jesús, y le dijo Martín:
MARTIN: (en sueños)
"¡Señor, estuve todo el día esperándote! Limpié, ordené, preparé todo...y
hasta hice comida para dos, y tú de
nuevo me fallaste. No has venido a verme.
CRONISTA: y en el mismo sueño,
volvió a escuchar la Voz de Dios que le decía:
OFF: "¡Cómo que te fallé! Martín, estuve en tu casa
no una vez, sino tres veces. ¡Tres veces! Una vez vestido de
anciano, y me ofreciste descanso y comida. Más
tarde fui en forma de madre cansada y de bebé hambriento,
comieron, se calentaron y se llevaron una botas nuevas de regalo. Por
último fui también el niño de la calle y
me diste lo mejor, lo que guardabas como un tesoro. Martín, claro que te visité
y me sentí muy bien contigo. Nunca
olvides, que
lo que haces por el más pequeño de mis
hermanos, a mí me lo haces.
CRONISTA: En eso Martín se despertó. Alegre como nunca. Y su
alma se llenó de paz. Dios no le había fallado. Nunca. Todo
esto sucedió la noche del 24 de diciembre. Ese
año Martín vivió una Navidad distinta, una navidad donde Dios viene, pero siempre
acompañado.
DIOS VIENE. PERO DISFRAZADO.
HOMILÍA PARA LA
MISA FAMILIAR: CRISTO REY
EL ROBO DEL SIGLO |
EL ROBO DEL SIGLO
Se pone en la pantalla, el león de la M.G.M. y el
título…”El robo del Siglo”
o
Cuando alguien
hace un robo muy grande se dice que “es el robo el Siglo”…y se dice así porque
es el robo más importante.
EL ROBO DEL MUNDO MUNDIAL |
Se pone en la pantalla la imagen de Jesús en la cruz con los ladrones y titulamos: EL ROBO DEL MUNDO MUNDIAL
* Pues podemos decir que después de escuchar el evangelio, el buen ladrón hizo
el, "robo del mundo mundial".
Y ¿sabéis que robó aquel ladrón? Pues robo el cielo,
nada más y nada menos. Algo que en el fondo no se puede robar pero que Jesús
nos da…si se lo pedimos.
Vamos
a ver como se roba el cielo y como Jesús se deja robar el cielo.
¿Cuántos ladrones hay?( Preguntamos a los niños)
(Salen dos niños con un CORAZÓN ROJO donde pone por una cara BUENO y por la otra PERDÓN .
Y otro con un corazón negro: donde pone por una cara MALO… y por la otra cara INSULTO.)
Por qué decimos que uno es
bueno y el
otro malo… (LOS
NIÑOS DAN LA VUELTA AL CORAZÓN, el rojo, donde pone BUENO-PERDÓN y el negro donde pone MALO - INSULTO)
¿Puede haber un ladrón bueno ?
Decimos que hay un ladrón malo, porque aparte de
robar….insulta a Jesús
Decimos que hay un ladrón bueno, porque aunque había
robado…se arrepiente.
Amigos de una o de otra manera, todos estamos
representados dos en los ladrones,
· Todos hacemos cosas que no están bien, unas a
sabiendas y otras sin querer.
· Todos a veces insultamos, no consideramos a los demás.
· Pero también tenemos sentimientos buenos, de
arrepentimiento, de acogida, de perdón
Por eso lo
importante no es que seamos “malos” o "buenos", porque todos tenemos un
poco de buenos y un poco de malos, lo importante es que cuando te
encuentres
con Jesús seas capaz de decirle, de corazón: ”Lo
siento, me equivoqué, quiero estar contigo…ayúdame”. Lo que le dijo el buen
ladrón:" acuérdate de mí".
Y si vamos con esa sencillez y humildad ante Jesús Él
se derrite con nosotros. y nos da lo mejor que Él tiene y que nosotros podemos
esperar….SU COMPAÑÍA, SU REINO”.
Y también hay que tener en cuenta, que Jesús siempre
nos espera, tiene mucha paciencia con nosotros. Tenemos que confiar siempre. Es
como un partido de fútbol, que ganemos
el cielo aunque sea en el último minuto y de penalti. Lo importante es que
escuches de Jesús: UN DÍA ESTARÁS CONMIGO
Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.
Se trae y se muestra a los niños…familias asamblea...
v Foto de un
futbolista.
v Un cuadro
de pintura clásica.
v Un bordado
bonito.
v Una piedra
sacada de la orilla del mar o de un río.
v Una
guitarra.
Se
pregunta y dialoga: ¿Qué
hay detrás del triunfo de un futbolista…de un cuadro famoso de pintura, de un
buen bordado, de una piedra redonda de río… de alguien que toca la guitarra?
Hay….
(Mientras van
diciendo cosas…) se trae un reloj grande…TIEMPO. Mucho tiempo.
Un
futbolista bueno, dedica muchas horas a entrenarse
Un buen
cuadro, muchos días en pintarse.
Un buen
bordado, mucho tesón.
Un canto
rodado, muchas olas de mar.
Tocar la
guitarra, practicar y practicar.
o Cuando hacemos las cosas sin mucho interés, surgen….CHAPUZAS.
o Cuando dedicamos cariño, amor y tiempo, surgen
COSAS MARAVILLOSAS.
El
tiempo es muy importante en nuestra vida. Cuando dedicamos tiempo a las cosas, las
damos importancia. Si dedicas tiempo a la familia, a los amigos, a estudiar… es
porque lo consideras muy importante.
Y
para ser buena persona, tienes que darte tiempo, y las cosas que no te
salen, seguir intentándolas, un día y otro….y otro… sólo así lo conseguirás. Una
gran santa Teresa de Jesús, decía también que la paciencia todo lo alcanza.
Y
para ser amigos de Jesús necesitamos paciencia, tiempo, constancia, fidelidad
es lo que el evangelio llama perseverancia. Y ¿sabéis por qué? Porque no es fácil. Porque
ser amigo de Jesús hoy no está de moda. Porque muchos se pueden reír de
nosotros. Porque rezar, venir a cate, hacer la comunión… supone esfuerzo,
levantarse más temprano, dejar alguna otra cosa, no tener en cuenta algunos
comentarios,…etc. Pero si lo haces, no
sólo un día, si “perseveras”, sentirás una gran alegría, serás mejor y harás
felices a los demás.
Y
si pones este esfuerzo, si no te dejas vencer por la vagancia, por la
comodidad,… verás como las cosas te salen bien… porque Jesús siempre bendice nuestro esfuerzo. Para Él, lo más importante es que tú pongas ese
esfuerzo, lo demás lo hará Él.
Ten
confianza en Jesús. Todo lo que hagas, por pequeño que sea…Él te lo recompensará.
Multiplicará tus cinco panes (tu esfuerzo) en un pequeño milagro.
Sean
felices